Andamos por las calles y no tenemos estatuas, no tenemos nombres de calles, de estaciones de metro…

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Herstóricas es un proyecto de carácter cultural y educativo que visibiliza y valora la aportación históricas de las mujeres en la sociedad.

Todas las actividades son participativas. Así, a través de talleres, paseos y visitas guiadas, Herstóricas expone de manera dinámica e interactiva a referentes femeninos, cuestionando los estereotipos de género y del sistema patriarcal; se genera un espacio de debate para que los participantes aporten sus propias anécdotas y memorias locales y, además, se haga una conexión con el pasado.

 

¿Cuál es el origen de Herstóricas?

Históricas nace en Londres, porque las 3 fuimos migrantes allí durante una temporada y coincidimos en la Asamblea de Mujeres del 15M / Marea Granate. Allí, a través de las diferentes actividades que organizábamos, nos dimos cuenta de la ausencia de mujeres en muchos de los temas que tratábamos.

Al venirnos a nuestras ciudades en España decidimos empezar a hacer algo un poco más centrado en la historia de mujeres.

 

¿Por qué surge Herstóricas?

Principalmente, surge de la necesidad de tener los eventos y actividades que a nosotras nos gustaría tener. Esto es, descubrir las ciudades desde una perspectiva feminista. Ver dónde estaban las mujeres, qué hacían, cómo lo hacían, cómo trabajaban. Y es que cuando empiezas a leer sobre una mujer, enganchas con una y con otra y con otra, y terminas dándote cuenta de que muchas problemáticas que tenían, siguen siendo problemáticas nuestras hoy.

Así, recuperar esa memoria es importante, porque así estaremos alerta en el momento en el que veamos nuestros derechos tambalearse y, sobre todo, porque creemos que es importante rendirles homenaje y reivindicar que estamos aquí hoy por esas mujeres que han estado habitando las ciudades.

Nos inspiramos, también, en el hecho de que vamos caminando por las calles y las ciudades no son nuestras, los museos no son nuestros, en las aulas desde pequeñas no se nos muestran referentes femeninos positivos igual que a los niños. A los niños se les muestra políticos, abogados, exploradores, científicos, poetas, escritores… todos señores con bigote y ellos pueden pensar “de mayor puedo ser todo esto” y a las niñas se les queda un vacío.

 

 

 

¿Qué cambio social se busca?

Los cambios sociales que Herstóricas pretende lograr es principalmente que la igualdad que tanto se promulga sea una igualdad real, entre hombres y mujeres.  Y, sobre todo, que todas las personas tengan un espacio donde verse reflejados y una memoria a la que poder acudir.

Y desde la perspectiva feminista, queremos reivindicar hechos como que, a día de hoy, existen festivales de música en los que no programan mujeres o que el Museo del Prado solo haya hecho una retrospectiva de una mujer (Clara Peeters) en sus 200 años de historia. Y es que muchos espacios de ocio están vetando la participación femenina, ya no solo como público, sino también como creadoras, organizadoras, etc.

 

 

¿Por qué necesitamos Herstóricas?

Porque no estamos creando nada nuevo, pero nos hemos dado cuenta de que la historia de las mujeres se queda en el ámbito universitario, donde se hacen los estudios y al final hemos visto que hay gente estudiando temas muy importantes pero no acaba filtrando al resto de la población.

 

 

¿Cuál es vuestro deseo feminista?

Desde Herstóricas, nuestro deseo feminista es que haya feminismo en las escuelas, en las calles, en las plazas, en los museos, en las cenas de navidad, en el metro, en los trabajos, ¡en todos los lados, vaya!

 

¿Quiénes son vuestras herstóricas favoritas?

 

 

Sylvia Pankhurst 

Formó parte de las suffragettes y trabajaba en la parte de este de Londres en contacto con las mujeres obreras. Buscaba el sufragio universal, estuvo luego metida en política también y fue una activista toda su vida.

 

 

 

 

 

 

Luisa Carnés

Fue una escritora, periodista de la década de los años 30 del siglo XX en España que tuvo que emigrar y ha sido recuperada ahora por una editorial. Es alucinante su discurso sobre las mujeres porque parece que nos lo está contando alguien en la actualidad, porque las problemáticas son absolutamente las mismas

 

 

 

 

 

Mary Kingsley

Al igual que Virginia Woolf, tenía sus 500 libras al año para vivir y hacer lo que ella quisiera. Así que decidió irse a África a descubrir mundo, especies y culturas nuevas con esa seguridad que le daba la pequeña pensión que recibía para sobrevivir.

 

 

 

 

 

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